El color provoca un impacto emocional y psicológico tanto en nuestra vida personal como en nuestro negocio. Es clave para un logotipo, un envase, la decoración de un establecimiento y, por supuesto, para una pagina web. El color es lo primero que atrapa el ojo del consumidor -por ejemplo, es sabido que los anuncios en color se leen hasta un 42% más que otros similares en blanco y negro- y, además, juega un papel importante en el recuerdo: el color aumenta el reconocimiento de marca en hasta un 80%.

Por lo tanto, el uso eficaz del color para captar la atención del cliente y transmitir de forma eficiente la información y las emociones deseadas es un elemento muy importante en la estrategia de marketing.

Podemos encontrar muchas aplicaciones evidentes en la vida diaria. Por ejemplo, ¿alguna vez se han preguntado por qué la mayoría de los restaurantes de comida rápida están decorados con colores vivos, como el rojo y el naranja? Muy sencillo: varios estudios han demostrado que el rojo y el naranja empujan a comer rápido y salir deprisa. Y eso es exactamente lo que buscan los establecimientos de comida rápida. El rojo también hace que los alimentos parezcan más atractivos. Por el contrario, el azul se utiliza en algunos restaurantes para relajar a sus clientes. Este estado tranquilizante favorece que los consumidores permanezcan más tiempo en el local y alarguen las comidas, incrementando su consumo de bebidas, café o postres.

Pero, además, sabemos que los colores son percibidos de forma diferente entre los principales segmentos de población por sexo: una simple comparación de las páginas web para hombres y las dirigidas a mujeres no deja lugar a duda.

Y también, por supuesto, por edad: juguetes, libros y webs para niños suelen contener colores primarios básicos, a sabiendas de que los más pequeños se inclinan por estos colores y responden más positivamente a ellos que a cualquier otra tonalidad pastel, preferida por la gente mayor.

Contexto internacional

Al diseñar una página web para un negocio B2B no elegiremos los mismos tonos que para una tienda de disfraces. Pero si queremos traducir esta página a un idioma distinto para penetrar en otro mercado, además del texto ¿debemos « traducir » también los colores? ¿Es preciso revisar todo ese código de colores para otras culturas en marketing internacional?

Los colores se viven de manera diferente

Tal y como ya desarrollamos en el post « un mundo de colores », estos pueden trasmitir sentimientos e ideas diferentes según la cultura.

La primera señal de que se viven de forma diferente la encontramos en el idioma: aunque pueda extrañar, no todos los colores tienen un equivalente en cualquier idioma. Por ejemplo, en algunas lenguas africanas las palabras utilizadas para describir los colores son muy limitadas, mientras que es bien sabido que los esquimales disponen de 17 palabras distintas para el blanco.

Es interesante observar también que el nombre de ciertos colores puede ser utilizado para expresar estados de ánimo diferentes y, en muchos casos, imposibles de traducir. Por ejemplo, en inglés « to feel blue » no tiene equivalente en otros idiomas (sería algo así como sentirse triste, deprimido), mientras que en alemán « sein blau » (literalmente: ser azul) significa estar borracho, o en ruso « Голубой » (literalmente: azul claro) significa ser homosexual.

También sabemos que el clima influye en nuestras preferencias cromáticas: aquellos que viven en territorios con una gran cantidad de luz solar escogen colores cálidos y brillantes, mientras que los que habitan en climas con menos luz solar optan por colores más fríos, menos saturados.

La cultura, las costumbres o la religión también influyen en la percepción de los colores o en sus combinaciones. Se sabe que el azul es el color favorito de la mayoría de los habitantes de la tierra, pero mientras nuestras novias se visten de blanco para representar la pureza, las novias chinas se visten de rojo, el color de la felicidad en varios países asiáticos.

En cuanto a las religiones, cada una tiene sus asociaciones. El uso inapropiado de un color puede ser ofensivo. Por ejemplo, mientras el negro es el color de la muerte en occidente, el color del luto en China es el blanco y, en consecuencia, un exceso de espacio en blanco alrededor de una imagen o de un texto podría tener connotaciones desagradables si no está compensado con un grafismo equilibrado.

Centrándonos en uno de los códigos de colores claves para el marketing, el púrpura, por ejemplo, es un color complicado. En Asia se asocia a productos caros, mientras que en Estados Unidos se suele utilizar para los precios rebajados.

Ante la evidencia del diferente mensaje que trasmiten los colores según el país, no es de extrañar que muchas marcas multinacionales como McDonald´s sigan una estrategia de sitio web con un código de color distinto según el país y el continente.

Conclusión

Este breve análisis muestra cómo el color puede ser un factor crítico en la comunicación y el poder que puede ejercer en la percepción de los consumidores según la cultura, la religión, el idioma e incluso el clima de cada región del mundo. Por ello, es lógico pensar que ha de tenerse muy en cuenta al diseñar una estrategia de comunicación en marketing internacional, eligiendo los colores y combinaciones que mejor trasmitan el mensaje. Y si el efecto del color es significante en los diferentes países y culturas a las cuales nos dirigimos, se recomienda plantear estrategias diferenciales de colores en el logo, paquete o website.

Para ello, si se está planteando dirigirse a un mercado extranjero deberá tener en cuenta esas 4 recomendaciones:

Conocer su mercado objetivo: el impacto de cada imagen y color es diferente si su público objetivo es joven, mayor, de ingresos altos, bajos, masculino o femenino. Para identificar el código de color más adecuado para su logo, es preciso que sea capaz de definir claramente su público objetivo.

Investigación de mercado: una vez definido su público target, debe intentar comprender las respuestas que cada color provoca dentro del mercado y del país objetivo.

Utilice colores seguros: si tiene la menor duda, siempre disponemos del azul y otros colores relativamente seguros como el beige o el verde. Nunca arriesgue con el morado o el naranja, a menos que disponga de una investigación fiable que demuestre que no proyecta una imagen confusa o equívoca de su producto o servicio.

Pero la sociedad evoluciona y también lo hacen las asociaciones de color. Las modas existen. Por lo tanto, en gran medida, los colores deben ser examinados sobre la base de las tendencias socio-económicas y culturales de su mercado target. Esto conducirá a una mejor conectividad con sus clientes/compradores.